Ella y su camarógrafo fueron robados cuando salían de una de las grabaciones dándoles múltiples golpes y quitándoles sus pertenencias entre las que estaban un reloj (según Mis un Cartier), la cámara, dinero y su tan preciada peluca.
La nota cómica del robo fue que cuando se dieron cuenta que era un travesti le arrancaron la peluca de la cabeza y al ver aquella cosa sin pelo los ladrones se echaron a reír a mandíbula batiente, a lo que ella QUILLADA les pidió que se llevaran todo pero que le devolvieran la peluca, ya que esa era la única que había llevado en el viaje y al despojarla de la misma le harían pasar mas trabajo que el diablo.
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